miércoles, 16 de abril de 2008

Explicación:

La siguiente es una aventura en el “Cuerpo Humano”, basada en el libro “Triptofanito un viaje por el cuerpo humano”de Julio Frenk. En nuestra versión un grupo de robots “actuaran” representando a los aminoácidos del libro. Junto a ellos iremos descubriendo el increíble universo que tenemos dentro.







Cada sección tiene una pequeña reseña, uno o varios retos y algunas preguntas en un cuestionario. La idea no es que se trabaje exactamente como aquí se expone, sino que sea una propuesta que se pueda modificar de acuerdo a como los alumnos y profesores traten este interesante y divertido cuento.



Sugiero que las reseñas que tiene este archivo acerca de cada capítulo sean sustituidas por las reseñas, dibujos, fotografías e investigación que hagan los alumnos sobre los temas de cada capítulo.



Los retos dependen del material con el que se cuente. De acuerdo con el cuento y en nuestra versión un "robot-aminoácido" puede tener el reto de tocar una parte del cuerpo humano, llegar del estómago hacia otra parte, colocar un objeto sobre un órgano o derribar a un objeto que represente una lombriz intestinal. El equipo deberá ponerse de acuerdo sobre cuales serán los retos de su equipo. En el presente proyecto la idea es trabajar con robots Lego Mindstorms 2.0, quienes serán personajes de este cuento. En la medida de lo posible se podría trabajar con robots Gogoboard3.0 para hacer mediciones y exploración del cuerpo humano. De no contar con ellos podrían hacerse animaciones con Scratch o con Flash de cada capítulo. Para trabajar con los robots Lego sugerimos que se usen cuatro sobre una superficie de “triplay” en la que se dibujará un esquema del ser humano. Se debe superar el problema de que la mayoría de los “condados” que se visitan en el cuento están en la parte superior del cuerpo humano, por lo que puede dibujarse un torso humano con la cabeza y hacerlo ancho para que los robots puedan desplazarse con comodidad. Al final presento una sugerencia.



Para guiar la investigación de los alumnos sobre los temas del libro “Triptofanito, un viaje por el cuerpo humano” se sugiere un cuestionario en cada capítulo. Las preguntas han surgido de la lectura, una labor muy importante del equipo de trabajo es llevar una memoria minuciosa de todas las preguntas que surjan, sobre los temas biológicos o sobre como resolver los retos y la necesidad de apoyar el trabajo con la participación de todos los profesores. Cuántas preguntas de los alumnos podrá contestar la profesora de educación física acerca del mantenimiento de una buena salud. O cuántas los profesores de Ciencias (biología, física y química), acerca de las propiedades de los aminoácidos, la función de los órganos. O la profesora de educación artística cuántas dudas podrán ayudar a clarificar acerca de los materiales necesarios para la maqueta y la pintura del torso humano. Y los profesores de los diversos talleres podrían aportar ideas para un buen soporte metálico o de madera para nuestra mesa de trabajo, técnicas para una escritura rápida en el teclado acerca del desarrollo de nuestros retos, un traje para los aminoácidos o algún tablero con luces diferentes que puedan ir apagando los alumnos conforme se desarrolle la historia. Para poder guiar a nuestros robots a las diferentes partes del cuerpo humano podríamos dividir nuestra mesa en cuadrantes, de hecho en anatomía existen planos que dividen al Cuerpo Humano, tal vez la profesora de geografía pueda aclarar mejor como se localiza un sitio mediante coordenadas y el de matemáticas explique que tipo de línea debe seguir un robot para llegar a un determinado sitio. Finalmente cuántas dudas podrá ayudar a aclarar el profesor de español respecto a la escritura de un informe y usar este para una página de Internet.



A veces creemos que en un proyecto de educación que involucre a la tecnología, basta con que aparezca esta en forma de un mecanismo interesante o impresionante. Como si la tecnología por si misma fuera suficiente. Las escuelas se promocionan a través del material que tienen en sus aulas de medios electrónicos y aun no nos cansamos de ver niños retratados junto a computadoras. Recordemos que de alguna manera la tecnología surge de la aplicación de los descubrimientos científicos y el origen de estos es la investigación estricta, minuciosa, pero a la vez muy divertida. Supongo que no existe en el mundo ningún científico que no experimente diversión y gozo estético por su trabajo. Debemos dejar que los equipos de trabajo se diviertan, que propongan soluciones, que las pongan a prueba, que se apoyen en los errores cometidos. Que escriban e ilustren su experiencia. Pero sobre todo que no pierdan de vista que son un equipo de trabajo en el que las diferencias deben sumarse para alcanzar la meta.



Existirán muchas dudas y también muchas posibles soluciones y nadie de los que participemos somos expertos en todos los aspectos, todos iremos aprendiendo a que el conocimiento se construye con nuestro esfuerzo y nuestras modestas aportaciones.





Para el Clubhouse la propuesta es que los escenarios se pudieran proyectar sobre la mesa de trabajo, así al ir entrando los robots-aminoácidos en escena, el escenario podría cambiar del aparato digestivo al circulatorio y luego de este al nervioso, de acuerdo con la “historia” y los retos.

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